Gracias a sus excelentes propiedades mecánicas y químicas, estas herramientas tienen aplicaciones en múltiples industrias. Nuestra línea incluye: llaves inglesas y destornilladores, alicates y martillos, palas y limas, vasos, pernos y otras herramientas especializadas diseñadas para brindar rendimiento y durabilidad.

1. Elija el tipo de acero inoxidable según el área de trabajo:
Acero inoxidable 304: Recomendado para espacios húmedos o interiores, ya que ofrece buena resistencia a la corrosión.
Acero inoxidable 316: Ideal para entornos con alta exposición a productos químicos, salinidad o cloro, gracias a la incorporación de molibdeno, que mejora su resistencia.

2. Revise la calidad de la herramienta asegurándose de que los bordes sean lisos y sin imperfecciones, además verifique que las conexiones del mango sean firmes y resistentes y que la estructura tenga la fuerza y estabilidad necesarias para soportar la exigencia del trabajo.

Las precauciones que se deben de tener son: evite la exposición prolongada a sustancias altamente corrosivas. Si la herramienta entra en contacto con estos agentes, límpiela de inmediato. Use las herramientas de manera adecuada, sin aplicar fuerza excesiva para evitar deformaciones. Después de cada uso, límpielas y guárdelas en un lugar seco para prolongar su vida útil. No las almacene junto con herramientas de acero al carbono, ya que el contacto directo puede provocar carburación, reduciendo su resistencia a la corrosión.

Las herramientas de acero inoxidable funcionan bien en la mayoría de los entornos cotidianos de alta temperatura, como cocinas o talleres. En el caso de entornos industriales de temperaturas extremas, es recomendable optar por aleaciones especializadas que ofrezcan mayor resistencia térmica.